Hicimos la carrera juntas, estamos de prácticas en la misma empresa y, cómo no, nos vamos juntas de Erasmus. No a la misma ciudad, que ya habría sido la repera, pero sí al mismo país: Inglaterra. País del té, de las cabinas rojas, de los autobuses de dos plantas, los black cabs, los Beatles, Harry Potter, Beckham o nuestros queridísimos ídolos en común de la infancia, Blue.
Paula ha tenido la gran suerte de pasar el próximo curso en la capital de Europa, Londres y Sara se marcha al que es considerado el ‘Heart of England’ , Birmingham, que no a California.
Aunque hasta septiembre no nos vamos, nuestra Erasmus ya ha empezado. Desde que conociéramos nuestro destino para final de año, no hemos dejado de mirar residencias, pisos, vuelos, fotos y demás de ambas ciudades. Y es que ahora estamos en esa primera fase por la que, suponemos, pasa todo futuro Erasmus, el monotema (Aunque nos hemos propuesto ser un poco más comedidas con esta emoción intrínseca e interna para mantener algún amigo o familiar el día de nuestra partida).
Como muchos otros estudiantes, nosotras nos vamos ya licenciadas, con lo que no nos preocuparemos tanto de convalidar asignaturas y tendremos mucho más tiempo de hacer una British life y convertirnos en guiris de adopción (aunque el rubio no se nos vaya a pegar nunca).
Con esto y un cup cake (versión inglesa de ‘Con esto y un bizcocho’) damos por inaugurado nuestro blog conjunto, en el que dejaremos constancia de nuestro estrés (cuando empecemos con todo el asunto del papeleo y el acuerdo académico), nuestra ansiedad (por ver que la beca no nos da ni para pipas) y demás desventuras de dos futuras Erasmus en England.
Sara y Pau
